viernes, 21 de noviembre de 2008

Escapes II

-Ya estoy hasta la madre, ¡yo todo un Coronel del Ejército! y mírame, borracho, pedísimo, ahogado de borracho. ¿y? Más de treinta años sirviendo al pinche sistema corrupto, ¿y?, mírame compadre, borracho, ni me acuerdo cuantas veces se presentó el pinche narco en mi oficina en la comandancia, ofreciéndome, óyelo bien compadre, miles de dólares y eso nomás por hacerme pendejo o hacer que mis muchachos, mis soldados operaran del otro lado de un cerro ¿y sabes qué compadre? ¡Jamás les agarré un solo centavo! Por eso me ves jodido, borracho ¿y?, no te juzgo, la verdad me vale madres, me pelan la riata esos y muchos más. Para no ir más lejos, ascendió Romero Castro, ¡sí, ese pendejo ya es General y tiene un chingo de cola que le pisen! pinche ratota, nomás es cosa de que te des una vuelta por la pinche casota que tiene cerca de las Lomas. ¿y uno compadre? ¡jodido!, jodido por ser recto, jodido por ser buen soldado, borracho por ser soldado, porque uno no aguanta tantas presiones, uno no aguanta tanta pinche soledad, uno no aguanta que la familia se quedó en México y uno aquí refundido en un pinche Batallón de castigo ¿y todo por qué? porque le menté la madre al puto del Comandante de la Zona, que no se atrevió a dar la orden de chingarnos al Chilaquiles, ese pinche narco que mató a dos de mis hombres y que muy hijodesuputísimamadre, tuvo el descaro de acudir al funeral y darles una "gratificación" a las viudas. Eso lo vió todo el pinche pueblo y hasta le aplaudieron al pinche puto del Chilaquiles. Lo malo es que yo andaba en la Capital cuando me llamaste ¿te acuerdas? que me dijiste que ahí estaba el pinche Chilaquiles en el sepelio del Capitán Gorostiza y el Sargento Hutlampa. Pues ahí estaba yo Compadre, precisamente con el puto ese del Comandante y le pedí ahí mismo autorización de chingarnos al Chilaquiles, Pinche vejete, hubieras visto la cara que puso compadre, colorado de a madres, el muy culero me salió con que tenía que esperar órdenes del Estado Mayor, como si no supiéramos de donde salió la pinche camioneta nueva que se carga. Ni modo Compadre, así es este pinche bisnes, y ya, no me diga que no tome, ¿qué más mal me puede hacer una o dos cervezas más? Ya estoy condenado compadre, estoy solo como perro y yo tuve que hacer algo, nomás no me pude chingar al Chilaquiles, porque se encasquetó mi 45, pero bien supo mi intención, el muy puto nomás se sonrió, y dijo "no pasa nada muchachos, pinche coronelito esta pedo", eso sí me ardió compadre y ya sé lo que viene después, no tienes porqué chingarme ahorita compadre, mejor de regreso al cuartel, en la carretera, nomás te pido que veas por tu ahijada, y que le digas que me morí en un enfrentamiento, y que no fui culero, ni le saqué, por eso te lo encargo a ti. Gracias compadre, que bueno que eres tu quien lo va a hacer. Por cierto qué bonita esta tu camioneta nueva.-

5 comentarios:

Martha Avelina Rojas dijo...

Aullé contigo
Un saludo

Recomenzar dijo...

Escribes con magia Te dejo besos

El monstruo dijo...

Qué fuerte, estoy perplejo y no tengo otro comentario.

Sigue escribiendo por favor.

Juan de Lobos dijo...

Ave:
Gracias por tomarte el tiempo de pasear por nuestras letras, que una periodista aulle conmigo es un halago supremo.
Aullidos para ti también.

Mi despertar:
Gracias por tus palabras, eso intento y al parecer lo logro, pero no sería nada si no tuviera tus ojos para leerme.

Hugón:
Gracias Carnal, no se haga perplejo y sígame leyendo. Te quiero.

Cuatroletras dijo...

Ahora vemos en la esquina de casa lo que antes pasaba por televisión y se hacia ajeno, "un asunto de ellos".

Pocos pueden decir no y seguri vivos.

Saludos.