jueves, 30 de octubre de 2014

"Tan solo nosotros"

Nuestro encuentro fue completamente fortuito, sin esperar nada tal vez por eso hemos continuado juntos, porque jamás tuvimos expectativas el uno en el otro; bueno al principio he de confesar que sí tenía muchas expectativas, te imaginaba una especie de diosa del sexo, una ninfómana descarriada que trataba de saciar sus ganas y por eso me habías dado entrada.

Te imaginé con un corsé de cuero negro, botas altas de tacón y nada más. Había visto tus fotos, algunas muy sugerentes y ese exótico tatuaje en medio de tus senos, llamaste mi atención de inmediato con tu mirada, tu boca y ese revelador escote. Decidí iniciar una charla casual, tal vez empezar por el clima o la inseguridad de nuestro país pero después y meditándolo mejor, decidí que lo mejor era tratar de conocerte aunque no acostumbro intimar demasiado con las personas que conozco en las redes sociales, solamente me involucro de manera profesional, pero hay algo en ti que hace en mi cuerpo una reacción en cadena y solamente al mirar tus imágenes.

Sin nada que perder inicié una plática aparentemente desinteresada, eres reservada y eso me encantó, poco a poco nos comenzamos a conocer, yo tratando de controlar mis ganas y deseando que esas mismas ganas las compartieras conmigo; supimos un poco de la vida de cada uno, deseaba ser especial para ti, que lo que me cuentas sea exclusivo para mi conocimiento, para que te de una opinión o un consejo, lo que te he compartido así ha sido, solamente tú lo sabes.

Todos los días despierto ansioso y reviso mis mensajes, con suerte aparecen algunas palabras tuyas y con más suerte aún alguna foto. Tal vez esa mañana empezó verdaderamente todo; después de ver tu imagen mostrándome un poco más que tu generoso escote y apenas una sonrisa de labios carnosos sobre tus senos, mi reacción fue inmediata y en todo el día no pude concentrarme en mi trabajo, medité toda la tarde si debería de corresponder a tu regalo y llegando a casa me tomé una foto y sin pensarlo más la envié. Pasaron unos minutos y respondiste con una carita feliz, un dulce calor se apoderó de mí ser.

Son extrañas y deliciosas todas y cada una de esas sensaciones algunas de latente excitación solamente al leerte, otras cada vez que compartimos imágenes electrónicas; hasta aquella madrugada que me armé de valor y te propuse vernos en persona, marcaste de inmediato y por primera vez te escuché, tu voz me sedujo, aunque todo lo que hasta ese momento habíamos compartido pasó a un segundo plano cuando me dijiste que aceptabas el encuentro. Mí pasión volvió a crecer y te envié la prueba de ello, una imagen solamente para ti.

Una semana después preparaba mi mochila con un cambio de ropa, media docena de velas con aroma, unas cuantas varitas de incienso y una botella de vino tinto. En cuanto salí de la oficina me dirigí a la terminal de autobuses y compré el boleto hacia tu ciudad, acordamos que en cuanto llegara te llamaría para decirte en dónde me iba a hospedar, así lo hice apenas llegando, te marqué y me dijiste que tenías que arreglar un par de cosas, dejar encargada a tu hija y que en una hora y media a más tardar estarías conmigo.

Esperé ansioso, encendí la televisión para que me hiciera compañía, traté de imaginarte de cuerpo entero y no en fragmentos electrónicos, traté de hacerme una idea de tus verdaderas dimensiones, de tu aroma y del sabor de tus labios. Pasó  una hora y después una hora más, eran cerca de las nueve de la noche y no contestaste a ninguno de los 45 mensajes que te mandé dándote el nombre del hotel, el número de habitación y demás detalles, diciéndote 45 veces que estaba ansioso de verte. Esperé media hora más y ya moría de hambre, apagué las velas que había encendido media hora antes y bajé al lobby.

Le pregunté al encargado si había un restaurante típico cerca de ahí y me dio indicaciones para llegar al más cercano, me dijo que saliendo encontraría una cenaduría y que preguntara por doña Cata. Salí un poco malhumorado y muy preocupado por tu tardanza. Apenas saliendo del hotel un taxi verde se detuvo a entrada, bajaste bastante agitada en cuanto terminaste de pagar, te reconocí de inmediato pero no me viste, pasaste a mi lado haciendo sonar tus tacones, te ves hermosa, tu perfume quedó en el aire y olvidé lo hambriento que estaba, el malhumor y la preocupación que me embargaba.

Me acerqué a ti mientras le preguntabas al empleado por mí habitación; todavía invisible para ti te pude admirar a mi antojo, contemplé tus caderas, tus piernas torneadas por los tacones, tu cabello debajo del hombro recién peinado y alaciado de salón, comprendí el porqué de tu tardanza, eres tan alta como yo con los tacones, me gustaste más de lo que ya me gustabas; por fin escuchaba tu voz sin filtros, sentía tu aroma, tu cuerpo tan cerca.

Con cuidado desde atrás de ti sujeté tu cintura y emitiste un pequeño grito ante la mirada divertida del encargado; volteaste sorprendida, nuestros ojos se miraron por primera vez, te abracé con todas mis fuerzas después de admirarte de frente, tu discreto escote y la belleza exótica de ese tatuaje. Nos quedamos mudos unos instantes y sin decir nada más nos apretamos el uno contra el otro acercando nuestros labios para fundirnos en un delicioso y apasionado beso, el primero de la noche.


Después de ese primer beso, al tenerte sujeta de la cintura y al caminar hacia la habitación dejo de narrar esta historia, porque una vez que crucemos el umbral, podremos narrarla juntos.

miércoles, 29 de octubre de 2014

Mexicalia III


El sistema de canales navegables en la Ciudad Capital Administrativa del Imperio Mexicano se rehabilitó después de 1915, una vez que los connatos de revueltas sociales fueron hábilmente controlados por el Primer Ministro José de la Cruz P. Díaz Mori. En parte como medida estratégica, pues una ciudad rodeada de agua y con solamente cuatro calzadas para acceder al centro se volvía casi invulnerable a los ataques terrestres. Además de lograr con esa construcción de canales artificiales legarle a la Ciudad, además del tan conocido epíteto de “Ciudad de los palacios”, el nombre de “La Venecia bajo los volcanes”. Sin duda se trata de una maravilla de ingeniería hidráulica sin precedentes.

Los canales han cambiado desde entonces, actualmente descuidados y llenos de basura, repletos de vendedores navegantes en chalupas, las trajineras de la ruta 2 tratan de ganarse el pasaje poniendo en peligro a propios y extraños, las pocas trajineras particulares atoradas en ese cruce de canales que a la hora del almuerzo se ponen imposibles, hacen del viaje algo un poco menos que funesto. El Alcalde de la Ciudad ha iniciado una campaña de ordenamiento civil, además del saneamiento y dragado de canales; un trabajo de drenaje cerrado que impida que los desechos sanitarios terminen en los canales o en los lagos de agua dulce

Los niños comienzan a salir de sus escuelas y los atracaderos están a reventar, la mayoría utilizan las características trajineras amarillas, los oficinistas se desplazan a la hora del almuerzo, los canales siempre transitados, algunos paralelos a las calzadas, o rodeando a los innumerables jardines flotantes a las hermosas mansiones adaptadas como restaurantes o edificios de apartamentos; cientos de chalupas, o pesadas trajineras llegan a los mercados y centros comerciales descargando sus productos, en algunas zonas de la ciudad se juntan trajineras amarradas para crear enormes mercados flotantes, la vista desde los bellos edificios de despachos o desde los departamentos construidos en cantera rosa o tezontle muestra una serie de líneas brillantes creando una cuadrícula mágica y única en el mundo.

Cayendo la tarde un grupo de Zancudos hacen malabares en medio del canal esquivando a los gendarmes y a otros artistas canaleros, abundan tragafuegos y niños vestidos de payasitos nalgones con máscaras del Primer Ministro del Imperio. Los oficinistas comienzan a salir de sus centros de trabajo y se dirigen a la pulquería más cercana, algunos otros al billar o a los teatros de variedad. Las líneas de tranvías que recoren por tierra la ciudad complementa la red acuática.

La vida cotidiana en la Ciudad es pintoresca, la noche recibe a los paseantes en trajineras de fiesta, puedes beber cerveza, vino o pulque, algunas ofrecen antojitos o cenas completas; algunas implementan tours musicalizando el paseo con marimba, con mariachis y otras, las que ofrecen una experiencia romántica son amenizadas por tríos. Las trajineras han incorporado a sus talentos a grupos andinos o trovadores cubanos, las veladoras en las proas de estos humildes y prácticos transportes le dan un toque irreal, todas las noches se disfrutan y muchos trasnochadores terminan en la plaza de Garibaldi o en los famosísimos caldos de Indianilla, cerca de la terminal de tranvías.


Dejando de lado el mal olor y la basura de algunos canales, los esfuerzos gubernamentales para hacer de la Ciudad de México la Joya de la corona imperial va ganando adeptos; la ciudadanía empieza a tomar conciencia ensucia cada vez menos, desea regresar el esplendor a esos canales en los que sus abuelos navegaron y describieron tantos poetas y novelistas, finalmente es en beneficio de todos.

lunes, 20 de octubre de 2014

Viaje a Geadanimus

Para Neborah no todas las cosas a las que hacían referencia le eran totalmente desconocidas, comprendía el idioma, de hecho comprendía más de 17,554 formas de lenguaje y comunicación, incluso lo que en este planeta le llaman “telepatía”, obviamente era más fácil comprender la imagen mental de algún objeto o su aplicación, dentro del contexto. Lo que no terminaba de comprender era cómo lograban los humanos decir algo, pensar en otra cosa y sentir de diferentes maneras y todo al mismo tiempo.
Recordó su primer viaje a Geadanimus, su primera transformación en humana, la mayoría de los humanos la encontraban sumamente atractiva y al parecer al tenerla cerca la mayoría pensaba en aparearse con ella, de acuerdo a la primitiva forma de hacerlo de los humanos, resultaba extraño y a la vez divertido el escuchar la conversación y descubrir todas las imágenes mentales que iban creando en su presencia.

Los humanos le divertían mucho, eran tan caóticos y complejos como cualquier habitante de HIyyatta, con la diferencia que los humanos no devoraban tu alma. Cada vez que Neborah viajaba al planeta Geadanimus, o mejor conocido como Tierra, pasaba tres o cuatro ciclos temporales, cambiando de cuerpo y género, lo que no era difícil, pues en su planeta natal son energía pura y la energía no tiene género alguno.

Había decidido que en este viaje a Geadanimus solamente usaría un cuerpo femenino y estudiaría todos los comportamientos humanos, ya le habían advertido que ese tipo de investigación, puede resultar muy desgastante y en algunos casos hasta peligrosa. A Neborah no le importó realmente, quería adentrarse en el cuerpo como nunca antes lo había experimentado, uno de sus relativos (familiares), lo había hecho en quince ocasiones es tantos planetas diferentes y le dijo que no tuviera miedo, que su esencia era tan poderosa que estaría a salvo.

Se concentró y el cuerpo se estremeció, una delicada y frágil forma humana contenía su ser de energía pura, decidió que el mejor era usar un cuerpo que los humanos contemplaran como algo normal y no llamase mucho la atención. Hizo mentalmente una imagen, de lo que considera un cuerpo promedio, cabello largo y oscuro, ojos cafés, un metro sesenta de estatura, y una edad aproximada de treinta años terrestres, salió del callejón donde había aterrizado, caminó tranquila hacia la calle, al voltear a la izquierda sonrió al ver su imagen reflejada en una enorme vidriera, siguió el rumbo tratándose de acostumbrar a su cuerpo.

La gente volteaba a verla extrañada, las mujeres tapaban los ojos de sus acompañantes y de sus niños, algunos muchachos comenzaron a gritarle cosas, Neborah muy segura de sí misma siguió caminando sin prisas sonriendo al sentir la calidez del sol sobre su piel, la brisa que hacía que su larga cabellera se moviera libremente. Minutos después la alcanzaron un par de policías femeniles. Quienes sin mediar palabra le colocaron una chamarra encima, y la metieron dentro de una patrulla. Neborah, en su emoción de estrenar un cuerpo humano cometió un error de principiante, olvidó vestirse.

lunes, 13 de octubre de 2014

Mexicalia II

La brigada de Súper Policías, descendía de sus vehículos descubiertos, continúan el patrullaje a pie, los niños los rodean fascinados, los saludan, las capas ondeando a cada paso, sus botas brillantes, sus torsos desnudos luciendo impresionantes musculaturas, las máscaras azul marino y azul cobalto que cubren sus rostros, el resto del uniforme lo componen unas mallas reforzadas con rodilleras, existen dos tipos de máscaras, las primeras completas en las cuales solamente se asoman los ojos, la nariz y los labios del elemento policiaco, siendo estás las preferidas por los policías veteranos, las máscaras de los novatos con abertura en el mentón. Las nanas y las mamás suspiran por lo bajo al verlos, los hombres los miran con admiración y un poco de envidia.

Su imagen inspira respeto y emoción. Cada máscara aperentemente es idéntica una de la otra salvo por el número de placa de cada elemento, la delincuencia ha descendido considerablemente desde que se creó esta brigada policiaca, los ciudadanos se sienten más seguros y el turismo ha regresado a la ciudad, además de haber disminuído considerablemente los casos de vampirismo y licantropía.

En cuanto al combate de la delincuencia, este grupo especial de la policía capitalina ha desarrollado en base a la lucha libre mexicana una serie de movimientos de defensa personal y de sometimiento, son expertos en lucha al ras del pavimento e incluso se han reportado casos en los que los Súper Policías han hecho lances mortales desde buzones, bancas o botes de basura. La técnica más utilizada es "El sometimiento policial" una llave consistente en una palanca al brazo combinada  manita de puerco. dolorosa pero que no deja secuelas graves.

Cada pareja de Súper Policías Detectives (el grado máximo entre los Súper Policías Operativos) cuenta con una patrulla descapotable de tipo deportivo, lo que deja las capas azules moverse libremente.

No es sencillo ingresar a la Académia Metropolitana de Lucha Policial,  los mejores luchadores del país, tanto rudos y técnicos, ofrecen sus enseñanzas a todos los aspirantes a Súper Policías, después de tus primeros seis años en gymnasium (lo que equivale a la desaparecida educación primaria), los adolescentes cubren su servicio social deportivo en los distintos Gymnasiums superiores y de ahí eligen entre una carrera deportiva profesional social, ya sea en la policía, fuerzas armadas o como entrenadores.

Desde que se inició el programa de Gymnasiums la delincuencia juvenil, las adicciones y la obesidad han disminuído sensiblemente en toda la sociedad, la filosofía de la Lucha Libre Mexicana en donde los valores familiares son retomados de manera importante, la nocion ética del bien y del mal y la salud física como refuerzo a la salud integral han logrado grandes logros sociales. El programa se ha tratado de replicar en otros paises, sin embargo nada supera el espíritu mexicano.