miércoles, 2 de enero de 2008

El Cigarro

Fumas, el fuego ilumina mi rostro, me desintegra en ceniza, consumiéndome en la punta de tu cigarro, abraso tu boca, me convierto en humo. Te llené y ahora me rechazas en una exhalación.

1 comentario:

Cuatroletras dijo...

Encuentro breve, intenso, incendiario, sin dejar de ser delicioso.

Se paga una factura por la adicción al cigarro o al amor, drogas socialmente aceptadas pero no dejan de ser peligrosas.

Es conocida esa idea que después de un encuentro sexual un cigarro es lo mejor… tal vez, pero prefiero unos brazos que me lleven a la placidez del deseo satisfecho.

Saludos