jueves, 15 de noviembre de 2007

Deuda

Te debo los besos que no me he atrevido a robarte.
Te debo el acariciarte en voz y seguir tu aroma.
Te debo las miradas agradecidas y suaves que se distorsionan con las sombras de mi vida.
Te debo el placer de conocerte y permitirme soñar nuevamente.
Te debo hundirme en esa taza de prometido café, para rescatar del fondo la vigilia suficiente para enterarme que no estoy soñando.
Te debo más palabras, que tal vez no escuches en tus oídos, pues las sentirás plasmadas en tu piel.
Te debo acabar en ese aullido, las distancias y el tiempo.

5 comentarios:

Cuatroletras dijo...

Hermoso, sublime, un poco triste.

Cuando he determinado que el corazón me puede meter en problemas me alejo, durante algún tiempo pensé que era un instinto de supervivencia, pero en realidad era el temor al dolor; porque el amor duele.

Extrañamente me acerco como la palomilla a la luz, buscando lo que el amor me ofrece y con la esperanza de no salir lastimada.

Pd. Caballero, nunca es tarde para pagar esa deuda.

Un abrazo

Ileana Cruz dijo...

El escrito suena a invocación nostálgica y con cada debo, el/la poseedor (a) de la deuda estará un poco más cerca del personaje en cuestión.

Amigo, un abrazo de fin de semana.

Pd. El momento llegó y ya te pondré al tanto.

Kix dijo...

¡¡Ay ingratote!!

¿Por qué escribes tan bonito re-ca...?

TQM. Un besote.

Mafalda dijo...

........

Dos miedos encontrados en un punto, en un instante,
incógnitas vestidas de dudas,
envueltas en vendas de sanación.

No promesas, no versiones futuristas que el tiempo rompa nuevamente.

Solo caminata, café, sensaciones, gozo, disfrute; solo eso
lo demás lo dirá el tiempo en su momento.

.....

Mafalda

rossmar dijo...

que bonito!!!

ahora empieza a pagar deja de deber tanto (yo de simple)

Te dejo besos impúdicos