Te conviertes en todo aquello que las circunstancias van presentando en tu vida. Hoy tienes opciones, pero a veces muy poco valor para elegir. Te has convertido en una especie de receptor inmutable de todo lo que la vida te va trayendo.
Impasible, desorientado, trashumante en tu propio lugar, en el sitio en el que te encuentras.
Y a veces, te descubres abrazando, temeroso de todos los placeres del sexo, disfrutando de todos los que te permites, evocando en cada encuentro la figura de un para siempre.
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