domingo, 18 de mayo de 2008

Miedos V

Acabo de colgar con el amor de mi vida, aunque no lo sabe. Me atreví a hacer la invitación para salir, después de tanto tiempo de conocernos y convivir y buscar la manera que se fije en mi y que no me rechace.
Sé que debo encontrar el vestido perfecto para la ocasión. Algo que muestre, pero que no ofrezca; con adornos sobrios y una bolsa ad hoc con la ocasión, zapatillas altas, sé que le enloquecen los tacones, poco maquillaje y el perfume que me regaló cuando cumplí 18, cuando aún me daba clases.
Hoy es el día, la semana transcurrió muy lenta, temí que algo malo sucediera, me saliera un barro en la punta de la nariz o que me fuera a buscar el tarado de mi ex, ya decidí qué hacer de mi vida, aunque todavía no sepa un carajo del cómo.
Me enfrentaré y saldré victoriosa, después de todo no pierdo nada y puedo obtenerlo todo. Desde aquí percibo su perfume, ya vi su bella silueta, su cabello cayendo rizado y negro sobre sus hombros. Parece mentira, nuestros vestidos se parecen. Creo que estoy a punto de vomitar mi corazón.
-- Hola Miss Helen, soy yo Nubia, su ex alumna, hablé con usted la semana pasada, así es, para platicarle del anuario del Colegio ¿se acuerda de mi?

miércoles, 14 de mayo de 2008

Lugares comunes II "El pasado, presente y futuro"

Lo que fue, lo que añoramos por no recordar del todo bien.
Los alientos son más dulces, el deseo es más fuerte, el calor de los cuerpos o la gracia de los juegos eran mejores.
Los chistes más animados, los lugares más grandes, las ciudades más misteriosas.
El buscar soluciones no importaba, tenías todas las respuestas, todos los sueños bien colocados y preparados para el futuro.
Pero hoy el presente es tu futuro de entonces, mañana añorarás este día, este sentimiento, a tus afectos y amores, las caricias que pides y brindas, el picante en la comida, la cerveza y los desvelos, los cigarros, los amores fugaces, extrañarás lo que no hiciste en este presente que mañana se convertirá en pasado.

sábado, 10 de mayo de 2008

Lugares comunes I "Un beso"

La respiración se detiene, los ojos se cierran y la lengua cobra vida propia enmarcada por los labios que buscan hacerse y mezclarse con los del otro.
Sabores y aromas distintos, calidez y humedad compartida en ese primordial rasgo de intimidad.
Otras veces los ojos permanecen abiertos anhelantes del contacto imaginado, los dientes chocan y muerden, las manos recorren el cuerpo al mismo tiempo que la lengua explora.
El beso siempre es lo inesperado, no importando los labios o los ojos o la saliva involucrada. Un beso se da desde ese instante en que se detienen los latidos del corazón.
La mayoría de los besos se roba, se conquista. De lo contrario es insípido, vacío.
Beso y me beso, practiqué en sueños y con paletas, con cintillas de cigarros y ramitas de cereza. Sé que el alma se captura en un beso, y su prisión es tan efímera como la duración del mismo.

miércoles, 7 de mayo de 2008

Miedos IV

Ya casi es hora y tu estómago comienza a doler, casi llega de trabajar.
No te duele porque sea violento, al contrario, sólo tiene atenciones para ti, te adora porque eres lo mejor que pudo haber pasado en su vida. Eres bella, inteligente, guapa, de buena familia y él un cabrón feo, panzón, pero te sacó "de blanco", y te asegurará un futuro con muchas comodidades y un apellido que suena muy bien cuando pones tu nombre seguido por el "de Sutano".
Miras la enorme foto de la boda que cuelga en el pasillo que da a la sala. Estás radiente lo eclipsas, "la Bella y ... su marido" de él, cualquiera diría "pinche Naco", mientras que de ti y lo sabes, te han dicho que pareces salida de una revista, que te veías hermosa. Nada mal para tu enorme Ego.
Ya casi llega y el dolor de estómago sube a la cabeza, simplemente no soportas que te toque, que se acerque, pero tienes que cumplir con tus deberes conyugales.
No soportas su cuerpo fofo sudando a mares sobre ti, sus manos húmedas velludas, pegajosas y frías sobre tu cuerpo. Lo haces bañarse hasta dos veces y le ordenas que se talle sus "plieguecitos". Además el asco que te producen sus besos y la maldita relación que no dura más de tres minutos. A pesar de que cierras los ojos y recuerdas a todos tus novios, la insatisfacción
aumenta el dolor de cabeza.
Llegó, lo recibes con una sonrisa hipócrita, sintiendo que la cabeza te estalla.