lunes, 14 de abril de 2008

Miedos I

Josuá, el claustrofóbico salió de su última consulta con su Psicólogo, estuvo a punto de dirigirse a las escaleras pero oprimió el botón. El ascensor abrió sus puertas; Josuá tragó saliva, inhaló profundamente y entró. El temor comenzó a descender junto con él.

2 comentarios:

Cuatroletras dijo...

Los temores jamás se separan de nosotros, al dormir se hacen más presentes.

Saludos

El monstruo dijo...

este cuento si me gusta matarile rile ron