Ya lo vi, ahí esta sentado frente a la ventana, ha de esperar a que me desvista y me ponga el camisón para verme; pinche viejo depravado, como sabe que soy sola. Ojala no me haya visto, desde hace horas lo ando cachando para ver en que momento me fisgonea.
Vi como llegó en su coche, como subió a su recámara, encendió la luz, puso una de sus películas pornográficas y como comenzó a hacerse de cosas, y yo con la angustia de que en cualquier momento ese depravado me espíe. Bajó sin calzones a la cocina, porque lo vi regresar a su recámara con un vaso de leche, seguía viendo sus cochinadas, y yo asustada porque en cualquier momento se levanta y comienza a mirar por la ventana.
¡Qué bárbaro! ya se le paró de nuevo y ahí anda, duro y dale, ya ni la hace, dos al hilo, y la película no es ni nueva, es la que tenía desde el miércoles pasado, la de las güeras desabridas y ese negrote, de seguro en cualquier descuido se asoma.
Aquí tengo su recibo de teléfono que encontré en la puerta de su departamento, pero le tengo que decir sus verdades; ya está sonando el teléfono y contesta con su cosota en la mano, no reconoce mi voz y le digo que es un pinche viejo marrano, pregunta que quién es; cuelgo. Se rasca la cabeza y una nalga, se vuelve a sentar cerca de la ventana, y sigue con su cosa en la mano.
Estoy asustada, ahora sí me va a comenzar a espiar; se levanta, viene hacia la ventana y corre las cortinas, apaga la luz.
Pinche viejo pervertido, tendré cuidado, de seguro mañana me espía de nuevo.
5 comentarios:
JAJAJAJAJAJAJAJA carnal, ésta es una auténtica joya. Albricias, me divertí mucho al leerte.
Buenísimo. Tendré que copiártelo para el mio.
¿Dònde vive?
Jajaja, quien está espiando a quien??? Mirala!
Jajajja!! ¡¡Definitivamente está buenísimo!!
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