El Mago conocía perfectamente sus propias limitaciones, aún así, decidió regresar a la vida a su amada, recientemente muerta por un Troll.
Despues del arcano ritual, la tierra del cementerio comenzó a agrietarse, un zumbido sordo llenaba la noche cargada de neblina y ella salió de su tumba.
El Mago conocía sus limitaciones, aún así lo intentó. Ella estaba viva nuevamente, era una hermosa masa sanguinolenta que se arrastraba tratando de besar al Mago.
2 comentarios:
Estremecedor, mi querido Lobo! Dicen por ahí que es de cuidado la concepcion de nuestros deseos, porque se podrian conceder. Al final somos coincidencias en puntos de encuentro.Que estes disfrutando agradable descanso. Un beso
El Mago lo sabía, había que pagar un alto precio por la vida, especialmente la vida que arrancan a la muerte de sus garras.
Contempló horrorizado el monstruo que ya nada tenía de la imagen por tantos siglos idealizada.
Tomó su varita y lanzó el contrahechizo. Escuchó el aullido aterrador del que habrá de descender una vez más al inframundo.
Se supo condenado, ya le llegaría el momento de pagar.
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