Si no fuera porque tengo
que presentar ese pinche examen, ya me hubiera ido con el Chento y los demás.
Pero estaba a toda madre sin estudiar y sin saber que esos culeros ya habían
conseguido el examen del Profesod Chidaquiles, y ni modo de echarlos de cabeza.
Bueno, lo bueno de este
desmadre es que voy a tener a Karlita para mi solito, al menos trataré de
sentarme a su lado y verle esas piernas tan blancas, con esos vellitos güeros
que me ponen como loco y esas boobies, chin, no, mejor no porque si no me va a
distraer la cabrona y bien que sabe que me gusta, porque el otro día en la
fiesta de Nelly dicen que le dijo a Claudia que yo o uno del salón le gustaba.
Pinche Pofesod
Chidaquiles, no sé cómo terminó la prepa, hablando así todo gangoso y medio
amariconado como diría mi papá.
Y el pinche examen está
más cabrón que el final. Creo que se dio cuenta que Chento y los demás se lo
piratearon y esta vez lo puso más difícil.
A ver si Lalo se sabe esta
pregunta, le voy a hacer una seña.
Pinche Lalo Marica, se
volteó el muy gacho.
A ver, a Monicaca, me caga
esa vieja, pero es re nerda.
Pinche Monicaca, también
se volteó.
No me queda de otra, le
voy a preguntar a Karlita, pero está lejos; pero le puedo ver las piernas y
esos vellitos güeros. ¿Cómo tendrá su...?
¡Chin! ya me cayó el
Profesod Chidaquiles que ando tratando de copiar, "concéntese en su
edxamen" me dijo el muy culero. Y de plano están dificilísimas las
preguntas.
¿Cómo? ¿Karlita ya acabó?
no, algo le pasa, le dejó el examen al Pofesod y salió del salón, se ve triste,
y yo aquí, sin poder hacer nada ¿y qué tal si se murió su abuelito o su papá o
su mamá? porque vi que debajo de la banca veía su celular ¿o si su casa se está
quemando? chin ya acabó Monicaca y yo sigo en la tercera pregunta.
¿Para qué le hago al
pendejo? la neta ni estudié, y esos cabrones se robaron el examen y el Pofesod
Chidaquiles ha de pensar que yo lo hice o al menos que soy uno de los que
vieron el examen.
¡Ya concéntrate!, no puede
estar tan difícil, Lalo ya acabó y también Lucio, ya nomás quedamos Pepe Tacón,
el más pendejo del salón, el más nalgón y...
¿Qué? Ya acabó ese pendejo
y yo sigo en la pregunta tres, ya, ¿para qué torturarme más? total, entrego el
examen y me voy con Chento y los demás, han de estar en las gorditas trague y
trague y yo aquí con el Profesod Chidaquiles que me ve con cara de "nos vemos
en título de suficiencia".
Chingue a su madre, voy a
sacar el libro, así, por arribita de mi portafolios, Ahí viene, pinche marica.
No mames, me está dando
las respuestas, de plano ha de pensar que estoy muy pendejo, pero ya me acordé,
ya se va al escritorio a calificar. Que buena gente el Profesor Martínez, sí es
a toda madre.
Por lo que es a mí, ya no
le diré su apodo.
Le di las gracias y él tan
tranquilo, además es el único que no se burla cuando tartamudeo o hablo un poco
gangoso o como me dice mi papá me amaricono. En verdad es buena gente el Profe
este.
Al rato alcanzo al Chento
y a esa bola de culeros, primero voy a ver qué le pasó a Karlita y después voy
con ellos, mejor después veo a Karlita, ya me dio hambre.
***
- Si te digo que es una
naca, chunda, gata y piojosa, pero desde el primer día me di cuenta. Y mira
como los trae a todos, con sus caritas de babosos nomás viéndole las piernas,
deberían de prohibir a las profesoras que usen minifalda, esta naca se pasa, le
tendré que decir a mi Papi, no es posible que no se hayan dado cuenta.
- No creo que sea tan
malo, además no está mal a pesar de ser tan vieja, ¿cuántos tendrá? ¿35?
- No sé, pero me choca que
hasta Poncho nomás la ve y babea.
- ¡Ash! Wey, Qué dramática
Sofía, además si él ni caso te hace.
- ¡Y con esa gata menos!
Además, la estúpida me puso diez, ni siquiera sabe calificar.
- Pero sí eres aplicada
wey, además hasta matadita, ni modo que te reprobara.
- Pero me caga que a
propósito puse dos malas y ella muy perdonavidas me dijo con su modito.
Señorita Galindo, sé que tal vez se confundió, la calificación es por su
desempeño y dedicación.
- ¿Entonces wey?
- Pues me enojó, babosa,
que haga su trabajo.
- No mames wey, neta que
no te entiendo.
- ¡Uta! Lo que faltaba,
ahí viene, pinche naca.
- Buenas tardes señorita
Galindo, señorita Robles.
Señorita Galindo, quiero
felicitarla, su trabajo estuvo muy bien redactado, precisamente lo que hace que
este trabajo valga la pena, felicidades.
Usted señorita Robles,
bien puede mejorar, conozco de su capacidad. En clase les daré la calificación
final. Si me permiten, en cinco minutos se cierra la puerta.
- Gracias Miss.
- Gracias Miss.
- Pinche vieja. Wey, viste
cómo me barrió y tú eres su consen, pinche Sofía.
- Ya ni me digas, me
purga. Y ahí van todos los babositos detrás de ella, unos cargándole el
portafolios y otro hasta el borrador, Ufff, si nada más se la pasa enseñándoles
los calzones, huy ¡los odio!
- Bueno, ¿qué más da wey?
hay que entrar.
- ve tú, yo no quiero
entrar a esa clase, me voy a la café, a seguir estudiando.
***
¡Qué fiaca, no quiero ir a
la escuela! Nada más en pensar en compartir el salón con esa bola de gañanes y
esa bola de payasitas, ¡ufff, de plano no quiero ir a la escuela!
Y para acabarla de amolar
hoy toca examen, que mal, y yo con esta hueva, y la cama tan calientita, pero
el examen... ¡ufff, no!
Tener que verle la jeta al
mamón de Chento, hasta se siente galán, sí es un patancito, además de creerse
el rey de la escuela, pobre idiota y la cara que pone cuando uno lo llama por
su nombre Rosendo Rosales, je je je, creo que su mayor calificación ha sido un
siete y eso porque tuvo puntos de participación, aunque diga puras pendejadas
una de ellas le dio suerte y le atinó.
Y esos que le siguen a
todos lados, séquito de lambiscones, no es posible que a estas alturas no sepan
leer, yo desde sexto de primaria leía mucho mejor que cualquiera de ellos.
Ya son las seis de la
mañana y nomás de pensar en ir a la escuela me duele el estómago, es más, creo
que tengo fiebre, mejor digo que me enfermé, pero ¿y el examen? Ínguesu, aunque
no quiera tendré que ir a la pinche escuela esa y convivir con esa bola de
Loosers como dicen, entre ellos este baboso, el que de plano se la mata al
idiota de Rosendo, el tarado ese de Poncho, de plano no da una, eso sí hay que
reconocerlo que ese cuate sí está carita, pero no se da cuenta que eso no es
para siempre, que uno debe de cultivar el intelecto, también es un presumidito,
quarterback del equipo de americano, si por eso lo tienen becado, no
precisamente por sus calificaciones.
Son una bola de burros, en
lugar que aprendan de mí, primer lugar en la Olimpiada del Conocimiento en la
categoría de Matemáticas, primer lugar y cuadro de honor durante toda la
secundaria, representante de la escuela como el mejor alumno del año, visitando
"Los Pinos" y saludando al Presidente de la República de mano, y
siento que me odian, que se burlan de mi a mis espaldas, que me ponen apodos,
pero eso es fácil, también les comenzaré a poner apodos.
Y ni hablar de las
sangroncillas esas, la sabihonda de Sofía o la golfita de Karlita, o a la
matadita de Mónica, aunque tengo que admitir que están bastante buenas, pero ni
chance de comprometerse, pinches payasas, todas muy peinaditas, con el celular
de moda, hablando como carretoneros borrachos, sus falditas, las blusitas
transparentes las... ¡Ufff! Y nada más se fijan en los jugadores de americano o
cuando mucho en los patanes como Rosendo, o en el Profesor de Ética y
Etimologías, otro looser que fue seminarista y que estudió en Roma, se ha de
haber dado cuenta que estaba muy guapo como para consagrarse a Dios y además
con todo el dinero de Papi por supuesto se regresó, que manera de joderle la
vida a uno.
Que coraje tener que ir
hoy a la escuela, los odio y ellos me odian, pero ni modo, es como repetir la
misma película una y otra vez.
¡Qué hueva, tener que ir a
la escuela! pero si no voy ¿quién les aplicará el examen de Matemáticas?
***
Recién graduada y ya
trabajando, una gran fortuna el encontrar este trabajo, no llegas a los
veinticinco, pero tus calificaciones te avalaron, además de las cartas de
recomendación.
Ahora has sacado tu lado
perverso, tantos años escondiéndote detrás de tus excelentes calificaciones, de
ser una perfecta invisible con unas horribles gafas, faldas de monja y blusas
de solterona. Hoy disfrutas al ser blanco de tanta atención, por parte de
alumnos y profesores, ahora sabes que tienes para escoger, que al dejar la casa
de tus padres, se quedaron con ellos sus prejuicios.
Ahora desatas tu melena
rizada y leonina, te pones faldas un poco más cortas o blusas escotadas, pero
nunca ambas, los tacones son ley pues hay que cuidar el buen gusto, usas
ligueros y medias, las cuales son difíciles de encontrar, ya que las
comerciales son de fantasía y no aguantan el trajín diario.
Todo esto te hace sentir
única y lo sabes, disfrutas con esa recién estrenada coquetería y ahora estás
en el lugar que deseabas estar hace nueve años, sin la necesidad de presentar
exámenes, ahora tú los aplicas.
Señorita Gallardo,
Profesora de Preparatoria. Suena bien, te hace sentir bien.
Y hablando de escoger, te
has fijado en ese muchacho tímido e inteligente, ese que te ve con ojos de
ternura, te descubres afín, sabes del potencial que tiene, no está nada mal y
dentro de algunos años estará mucho mejor. No sientes remordimientos, si
algunos profesores lo hacen con las niñas, ¿por qué no hacerlo tú con uno de
tus alumnos?, aunque tus propósitos no son tan perversos, simplemente se te ha
metido en la cabeza el recuperar esos años dedicados al estudio, a las
groserías de niños como él, a las lágrimas de jamás ser invitada a ningún lado.
Además desde que dejó esa rosa rosa en el parabrisas de tu coche y esa notita
con faltas de ortografía y esa caligrafía inconfundible, te hizo sentir tan
bien, no acosada, al contrario, deseada y querida.
Ahora dudas en dar el
siguiente paso, pero sabes en qué terminará todo, lo convertirás en tu
asistente, lo invitarás a calificar esos exámenes apoyándote en él como el buen
alumno que es, y que le reconoces por méritos propios, tal vez primero a un
café y en exámenes subsecuentes en tu recién estrenado departamento, omitiendo
por completo el incidente de la rosa.
Esperarás pacientemente a
que él realice el siguiente movimiento, tienes años practicando el arte de la
paciencia, sin duda lo hará.
Ahora sabes que su mirada
está sobre tus pantorrillas, debajo del escritorio, te encanta que se siente en
la fila de adelante, buscas su mirada, él se sonroja y le pides que se acerque
un momento. La burla de los otros quienes muertos de envidia ululan cuando se
levanta y se dirige hasta tu escritorio. Le pides ese favor, que te ayude a
calificar, su rostro se ilumina, sonríe y se pone aún más rojo; le preguntas a
qué hora puede y si no tiene inconveniente en acompañarte en la tarde, después
de clases; él encantado acepta, ahora es cosa de esperar, de volver a ser
paciente.
***
Muchas cosas siguen
iguales, no cambian a pesar de haber dejado atrás la escuela, algunos ya
estamos panzones, calvos, viejos o canosos.
Las chavas, la mayoría
siguen bellas, ya sea con alguna operación, o gastando pequeñas fortunas en tratamientos
rejuvenecedores.
Aquellos con quienes jamás
nos llevamos, ahora son tus compadres o compañeros de trabajo, en algunos casos
hasta tus jefes. Al crecer, según esto al madurar, te vas dando cuenta de la
realidad, de los mundos irreales y perfectos que tenías en la Prepa, que de lo
único que te tenías que preocupar era pasar el examen del Profesor Martínez, o
llegar a tiempo para que Artemio el conserje no te cerrara la puerta en las
narices, te preocupabas por el lugar en que sería la siguiente fiesta, si te
gustaba o si tú le gustabas a fulana o a zutana.
Estirabas la mano y en la
mayoría de los casos tus papás te daban dinero o si no organizabas una venta de
juguetes o comics o programas de compu para comprar los cigarros o las chelas,
si no, de plano a "talonear".
Ibas al cine a
"fajonear", según tú, y lo único que hacías era acariciar las piernas
y rozar los senos por encima de la ropa, besar de lengua y terminarte las
palomitas o el refresco que tu amiga ya no quiso.
Comenzabas a soñar sobre tu futuro, a conocer gente extraña que ya iba en la Universidad y te contagiaba de sus ideales políticos, culturales o económicos; comenzabas a ver el mundo en todo lo ancho, te das cuenta que la vida no es como en la tele, que te angustias, que es más fácil caer en las drogas o en el sexo por el sexo, que además lo llegas a disfrutar a pesar de sentir después una enorme culpa.
Percibes que añoras el
poder regresar a ese examen, subir dos décimas y pelear por una beca en el
extranjero, comienzas con los "hubiera".
Hoy a mi mejor amigo de
ese entonces, tengo más de ocho años de no saber de él, Chento trabaja en una
oficina de gobierno, está calvo y camina encorvado.
Karlita sale de vez en
cuando en comerciales y creo que hizo una película con Vicente Fernández hijo,
Mónica es directora de postgrado en una Universidad en el Centro del País,
Sofía se casó con Poncho y somos compadres, pues son padrinos de nuestra única
hija, aunque tampoco nos vemos muy seguido desde que se fueron a Querétaro a
vivir.
Al Profesor Martínez le dio
un paro cardiaco fulminante cuatro años después que comenzó a dar clases en la
Prepa, eso me contaron.
A la Profesora Gallardo,
la de las piernas bonitas, la corrieron por andar seduciendo alumnos, a mí me
corrieron ese mismo año de la escuela por andar seduciendo profesoras, desde
hace catorce años estamos juntos y cada día la veo más hermosa.
4 comentarios:
OMG, esto me recordó mi, hasta hace poco, época en la uni... hasta el profe gangoso, yo tenía una y no entendía lo que decía, no sé como pasé con ella, jajaja.
Me gusta mucho tu blog y tus escritos, y por cierto, gracias por pasarte a los míos.
Nos leemos.
Aullando...
Huuuuuy me hiciste recordar esa angustiosa situación de ver que todos salen de un examen y te vas quedando solo e imaginas el motivo por el cual salieron todos los demás...
Saudades
Jajaja! Está muy bueno. Yo he tenido unos cuantos profesores así, que de plano... los terminaban corriendo del colegio. Esta muy padre la situación del chavo; embobado con Karlita, frustrado por no haber visto el exámen antes y por tener hambre.
Se merece mil aullidos con una luna llena!
Tu personaje se llama Gúicho? Está muy bueno, seguiré leyendo.
Publicar un comentario